DESIERTO DE ATACAMA, CHile.- 50 metros cuadrados a 700 metros bajo tierra y con una temperatura de 27º son las características del habitáculo en el que tendrán que vivir varios meses los 33 mineros atrapados en el yacimiento de San José. Así las cosas, las condiciones físicas y psicológicas serán claves para superar a su peor enemigo: el tiempo.

Los principales desafíos pasan por mantenerlos adecuadamente hidratados, alimentados y conectados al exterior, aspecto muy importante para su estado mental. De hecho, los hombres le pidieron hoy al presidente Sebastián Piñera que los liberen pronto. "Bajo un mar de rocas, estamos esperando que todo Chile haga fuerza para que nos puedan sacar de este infierno", dijo el jefe de turno, Luis Urzúa, al mandatario por teléfono.

Ante ello, Piñera le respondió: "sé que ha sido un infierno, pero que le ha significado a todo nuestro país una resurrección en el ánimo, en la fuerza, en la esperanza. Ustedes nos han dado un ejemplo".

Los mineros -que desconocen que su rescate tardará tres o cuatro meses más- pidieron también a Piñera una copa de vino para celebrar el Bicentenario de la Independencia de su país, el 18 de septiembre. Por ahora, los atrapados comenzaron a transmitir también mensajes a sus familiares, quienes a su vez les mandaron decenas de cartas de apoyo a través del pequeño ducto.

"Claudio te amo. Te quiero. Tu madre, tus hermanos y tus hijos te esperamos", escribió Margarita Lagos a Claudio Yáñez, de 34 años, sepultado desde el derrumbe del 5 de agosto. "Como tenés tanto tiempo para leer, te mandamos una carta larga", escribió Carolina Lobos a su padre, Franklin, un ex seleccionado de fútbol, que recibió y agradeció también el apoyo del ex capitán de la "Roja" Iván Zamorano. (DPA-Reuters)